OIER GOROSABEL
(miembro de “Diáspora Vasca”):
«La desobediencia civil y pacífica es
el camino para que los ciudadanos
tomemos el protagonismo de una vez por
todas»
Oier Gorosabel no
suponía, cuando acudió junto a otros miembros del foro de internet “Diáspora
Vasca” a la manifestación celebrada en Bilbao el 14 de septiembre de 2002, que
iba a conocer la cárcel durante unas cuantas semanas. Él y su amigo Pablo Girón
se desnudaron ante la Ertzaintza para evitar que ésta cargara contra los
manifestantes. Sus cuerpos desnudos fueron portada de los medios al día
siguiente. Ese gesto le costó su detención, varias semanas de cárcel y la
incertidumbre de un juicio.
En esta
entrevista, aparecida en el número de enero de 2003 de la revista Elkarri, Oier
habla de sus peripecias. El original, en euskara, está accesible aquí . (La
traducción es de Mikel Iturria.)
ELKARRI.- ¿Por qué
en Bilbao?
OIER GOROSABEL.- Pablo y yo somos
miembros de un foro de internet llamado “Diáspora Vasca”. En él, nos juntamos
vascos de todo el mundo interesados en la solución del conflicto de nuestro
país. Este foro de debate se mueve en torno a tres parámetros: paz, democracia
e independencia para Euskal Herria. Cuando algún miembro foráneo viene a Euskal
Herria (a fin de cuentas, ellos son los protagonistas del foro), nos reunimos.
Como estaban aquí algunos vascos provenientes de Uruguay, Aragón, Argentina,
Galicia y París, habíamos decidido hacer una comida ese día, antes incluso de
que se convocara la manifestación. En la reunión, decidimos ir a la manifestación
en nombre del grupo.
ELKARRI.- ¿Qué tipo
de gente se acerca a “Diáspora Vasca”?
OIER GOROSABEL.- Se reúne gente de
ideologías diferentes. En la diáspora, al igual que en Euskal Herria, hay gente
de sensibilidades e ideologías diferentes. Pero, mientras nosotros aquí no nos
podemos ni ver, ellos son capaces de pasar por encima de las diferencias (a
veces muy profundas) y de trabajar buscando y encontrando puntos de acuerdo. Es
decir, tenemos mucho que aprender de ellos. Así, Pablo y yo no estábamos de
acuerdo con la ilegalización de Batasuna, aunque nosotros no seamos miembros de
Batasuna, ni seamos nacionalistas, ni estemos a favor de ETA. En aquella
manifestación se reunió mucha gente. Algunos eran o estaban a favor de
Batasuna. Sin embargo, otros muchos no. Se dijo que aquella era una
manifestación de Batasuna. Mentira. Aquella no era de ninguna manera una
manifestación de la Izquierda Abertzale.
ELKARRI.- Todavía
os recuerdo desnudos delante de los ertzainas. Luego, en el suelo. Más tarde, a
rastras.
OIER GOROSABEL.- La decisión de
desnudarnos fue algo que surgió de repente. No habíamos acordado nada parecido.
En aquella manifestación había un montón de gente pacífica. No hubo ningún
ataque. La policía estaba lista para la carga. Había un camión con un tanque de
agua a presión listo para intervenir. Vimos que habría incidentes. La policía
hizo un amago de cargar. Pensamos que se iba a producir una carnicería. Una
chica con muletas se puso frente a los policías. Entonces, me desnudé y me puse
a su lado. Con mi desnudo quería expresar que la manifestación era pacífica,
sin ningún arma y sin ningún afán de atacar a nadie. Pablo vino inmediatamente
y, después, seis o siete personas formando un cordón de seguridad para detener
la actuación de aquellos ertzainas enrabietados. Se vio en la televisión.
Estuvimos de pie, con las manos levantadas.
ELKARRI.- ¿Con qué
sensación te has quedado?
OIER GOROSABEL.- Creo que había que
responder ante aquella gran injusticia. La sensación que tengo ahora es que
actuamos correctamente. No sólo nosotros. Todo el mundo respondió de forma
positiva. La gente se sentó en el suelo, a merced de los chorros de agua. No se
respondió de ninguna manera al ataque de la policía y por eso fue todo tan
llamativo. Como no se ha hecho en muchas otras manifestaciones, en Bilbao no se
respondió de la misma manera. Por ello quedó tan en vergüenza la policía. Fue
una respuesta no violenta y, al mismo tiempo, desobediente. Creo que este tipo
de respuestas tienen una fuerza tremenda.
ELKARRI.- ¿Crees
que este tipo de actuaciones no violentas y desobedientes son suficientemente
fomentadas?
OIER GOROSABEL.- No lo suficiente.
Han aparecido varios grupos que trabajan con esta filosofía: Demos,
Desobedientzialariak, Zuzen Ekintza Taldea, ABK, pero cuentan con poca gente.
Yo creo que este camino es muy interesante. Los resultados a nivel político son
nulos. Los resultados a nivel militar son nulos. Habrá que encontrar algún otro
camino. La gente está muy quemada en este pueblo. Ya no tienen ninguna
confianza en los políticos. La desobediencia civil y pacífica es el camino para
que, de una vez, los ciudadanos tomen el protagonismo. Habría que intentarlo.
Llevamos muchos años en un callejón sin salida y para superarlo deberíamos
intentar nuevos caminos.
ELKARRI.-
Terminasteis en la cárcel de Basauri, bajo la acusación de “apología del
terrorismo”, “desórdenes públicos” y “atentado contra la autoridad”.
OIER GOROSABEL.- Ni Pablo ni yo
conocíamos la cárcel por dentro. Ha sido una buena lección. Pienso que todos
deberíamos pasar algunas semanas en estos sucios agujeros para conocer qué es
la cárcel. El mundo de dentro es un sub-mundo, un sub-mundo que jamás puedes
imaginar desde fuera.
ELKARRI.- ¿Qué fue
lo que más te ha sorprendido?
OIER GOROSABEL.- Sobre todo, hubo
dos cosas que me sorprendieron. Por un lado, descubrir que en la cárcel todo es
suciedad y podredumbre. Por otro lado, me ha sorprendido ver con mis propios
ojos hasta qué punto se auto-destruyen las personas en las cárceles. Claro que
todo el mundo sabe que las cárceles no reinsertan a nadie, no reeducan a nadie.
Una cosa es saberlo y otra verlo con tus propios ojos. Esto sucede, sobre todo,
con los presos sociales. Los presos políticos (de ETA, okupas, de la izquierda
abertzale, anarcos...) formábamos un grupo, aunque fuéramos de ideologías
diferentes. A pesar de que los carceleros nos trataban peor, teníamos un apoyo
y una fortaleza ideológica. Los presos sociales están totalmente perdidos. El
individualismo, el matonerismo, el chivatismo, las drogas... son el cuento
diario y los carceleros no hacen casi nada para evitarlo.
ELKARRI.- ¿Hasta
qué punto es desconocida la situación que se vive en las cárceles?
OIER GOROSABEL.- Es totalmente
desconocida. El aislamiento entre el exterior y el interior es muy eficaz.
Dentro de la cárcel, no puedes tener una grabadora ni una cámara de fotos. De
lo contrario, fuera se vería la situación intra-muros. Además, en mi caso, no
he tenido nunca a ningún familiar en la cárcel. Cuando veía carteles de
Gestoras o de otros grupos a favor de los presos, pensaba para mí: ¡Joder!
Estarán mal en la cárcel y necesitarán nuestra solidaridad. Pero una cosa es
ver ese cartel y, luego, ver desde dentro cuál es la situación. Para nosotros y
para nuestros familiares. Quiero decirlo claramente: desde el momento en que
fuimos detenidos, pasamos a ser basura. Las cárceles son basureros.
ELKARRI.- ¿Cómo
vivió la familia tu encarcelamiento?
OIER GOROSABEL.- Muy mal. Era una
realidad que no conocíamos de cerca. Sin embargo, al igual que ha sido válida
para mí, también lo ha sido para que la familia supiera cómo vive el preso y la
familia del preso. Esto se desconoce hasta que te toca vivirlo en tu propia
carne.
ELKARRI.- ¿Has
percibido alguna utilización de tu detención?
OIER GOROSABEL.- Lo que he visto
claramente es que da lo mismo qué ha hecho una persona cuando es acusada de
algún delito de terrorismo. En nuestro caso, la metedura de pata fue doble. De
un lado, la actuación de la Ertzaintza fue a lo loco. De otro lado,
además, los dos que tomaron para su escarmiento no eran los adecuados. No
éramos de Batasuna, ni de la Izquierda Abertzale, ni de ETA ni de ningún lado.
Eso lo desconocían cuando nos denunciaron. Lo supieron después.
ELKARRI.- ¿Cuál es
tu reflexión al respecto?
OIER GOROSABEL.- Si son capaces de
hacerle esto a una persona que no es de la Izquierda Abertzale, qué no le harán
a alguien de la Izquierda Abertzale. ¿Qué le harán a una persona cuyo único
pecado es ser miembro de Gestoras Pro-Amnistía? Cuando nos metieron en la
cárcel, la gente se quedó sorprendida. La gente sabía que habíamos aparecido
con frecuencia, y públicamente, contra ETA. Si nos hubiéramos desnudado y
fuéramos cercanos a Jarrai, si nos hubieran enchironado bajo la misma
acusación realizando la misma acción, estoy seguro de que estaríamos dentro
todavía. Eso es lo que está pasando. Lo hemos visto en la cárcel: no todos los
presos políticos que están en las cárceles son de ETA. Hay mucha gente en la
cárcel que sí es de la Izquierda Abertzale, pero no de ETA. Es más: hay gente
dentro que no es de la Izquierda Abertzale. En la cárcel de Aranjuez, conocimos
a un chico de Karrantza, José Ángel Matienzo. Su único pecado es que, sin que
lo supiera, algunos amigos suyos eran de ETA. Le metieron en la cárcel junto
con su mujer. Hay mucha gente así.
ELKARRI.- ¿Cuál fue
la actitud de los partidos políticos ante vuestras detenciones?
OIER GOROSABEL.- Desde el
principio, algunos partidos políticos quisieron poner en nuestra mano todo:
dinero, abogados. No aclararé quiénes han sido. No somos militantes de ningún
partido. Les dijimos que sólo aceptaríamos las ayudas hechas a título
particular. Y eso fue lo que hicimos. Aceptamos, utilizando sus contactos,
hablar de nuestra situación con uno y con otro. Pero no queríamos el apoyo de
ningún partido. De todas formas, la solidaridad ha sido tremenda. Todo el mundo
sabía cuál era nuestra forma de ser y que las acusaciones no tenían ningún
sentido. Por eso, mucha gente estaba a nuestro favor e iba por ahí difundiendo
la verdad. Y por todo eso estamos ahora en la calle.
ELKARRI.- ¿Cuál es
tu situación?
OIER GOROSABEL.- En un principio,
tanto nosotros como la Ertzaintza, pensábamos que pasaríamos la noche en
prisión y que al día siguiente estaríamos en la calle. Según parece, porque no
tenemos pruebas, dicen que llamó Garzón pidiendo nuestras cabezas y que nos
empapelaran de alguna forma. Digo esto “presuntamente”, porque no podemos
probar esta prevaricación. Así, nos encerraron bajo prisión incondicional desde
el mismo momento en que el delito de apología de terrorismo quedó en manos de
la Audiencia Nacional. Nosotros recurrimos tanto la prisión incondicional como
el envío de nuestra causa a la Audiencia Nacional. Tres semanas después, aceptaron
nuestro primer recurso y nos soltaron en libertad condicional. Esto es muy
raro, si lo que nos imputan es apología del terrorismo: hay un reconocimiento
implícito de que no somos culpables. De todas formas, el Juzgado nº 10 de
Bilbao ha rechazado nuestro primer recurso contra la decisión de llevar nuestro
caso a la Audiencia Nacional. Hemos interpuesto un segundo recurso ante la
Audiencia de Bizkaia. Todos sabemos que en las decisiones judiciales de hoy día
hay factores subjetivos que van más allá de la justicia y es por esto que no
queremos ir a Madrid.
ELKARRI.-
Solicitasteis responsabilidades políticas ante lo sucedido.
OIER GOROSABEL.- Todo se decidió a
nivel muy bajo, pero son los superiores los responsables de los actos de los
inferiores. Los altos cargos de la Consejería de Interior hacen que no ven.
Nosotros preguntamos, a través de algunos representantes políticos que nos
están ayudando, y no nos responden. El juez dice que los ertzainas dicen que
los manifestantes empezamos a dar vivas a ETA y a lanzar piedras, etc. Luego,
el consejero Balza dicen que dice que los ertzainas no han hecho semejante
denuncia. Entonces, ¿quién nos ha denunciado? ¿quién nos ha hecho pasar tres
semanas en la cárcel? ¿quién nos ha enviado a la Audiencia Nacional? Queremos
ver el informe policial para aclarar todas estas contradicciones. Sin embargo,
no nos remiten ningún informe policial. Queremos reunir pruebas que demuestren
nuestra inocencia. A través de la televisión se vio qué pasó. En las
televisiones se suelen vender las imágenes, porque es un servicio que tienen.
Por el contrario, algunas cadenas nos han respondido que no tienen imágenes
nuestras de ese día, aunque la ocultación de pruebas sea delito. ¡Parece que
nosotros, los terroristas, no merecemos ni agua!
ELKARRI.- ¿Cómo ves
la situación actual?
OIER GOROSABEL.- La acometida del
nacionalismo español es cada vez más violenta. Los poderes ejecutivo y judicial
se acuestan juntos. No tengo una opinión sobre la política de Euskal Herria,
porque no me importa demasiado. Prefiero estar en el ámbito de los movimientos
populares. No tengo ninguna confianza en los políticos. Han demostrado durante
muchos años que son incapaces de solucionar este conflicto. Estoy escarmentado
y no les pido demasiado.
ELKARRI.- ¿Qué
opinas del trabajo que hace Elkarri a favor del diálogo y del acuerdo?
OIER GOROSABEL.- Me parece muy
positivo. Es un movimiento social que, en cierta manera, mantiene su
independencia política. Creo que la labor de mediación es imprescindible. Es
positiva en la medida en que sea válida para encontrar caminos para andar
juntos.
ELKARRI.- ¿De dónde
saca Oier Gorosabel la fuerza y el ímpetu para continuar su lucha particular?
OIER GOROSABEL.- La base es la
razón, que tengo razón en aquello en lo que creo. De todas formas, yo no tengo
ninguna actividad política fuera del pueblo. No soy abertzale, pero soy vasco y
me siento de Euskal Herria, de ningún otro sitio. Participo en la construcción
de este pueblo y quiero seguir haciéndolo. Todos los días. El trabajo que se
puede hacer a ese nivel es tremendo. Hay que despertar la conciencia de los
ciudadanos. Colaboro en una radio libre. También en un grupo de teatro. No
quiero ir más arriba. Me basta con todo esto.
(Entrevista realizada por Daniel
Martirena y publicada en la revista
Elkarri en el número correspondiente al mes de
enero de 2003.)
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