Adoro la guitarra eléctrica. Las sensaciones que se pueden
experimentar mientras unos dedos se deslizan por el mástil son
infinitas (que nadie busque aquí metáforas eróticas). Rudolf Schenker, el
compositor de esta veterana banda, posee una incuestionable capacidad
de generar ritmos pegadizos, ritmos que te invitan a acompañar su discurso.
"Loving Your Sunday Morning" es un perfecto ejercicio de dinamismo,
de rítmica, consiguiendo que la guitarra sea una especie de péndulo capaz de
mantener unos acordes mágicos por sí mismo. Otro tanto sucede con
"Coast To Coast", en el que Klaus Meine, el cantante, cierra
la boca y atrapa una guitarra para generar una de las melodías más clásicas
de estos germanos. La vena sentimental aflora con promiscuidad en los
escorpiones, ya se sabe. "Always Somewhere" y "Holiday"
son la mejor muestra. Esta última canción, sin llegar a ser nunca un número
uno, se ha convertido en un himno para los fans de los Scorpions.
En el otro extremo de los sentimientos musicales aparecen "Can´t Get
Enough" o "Lovedrive", temas más desgarrados, más
desordenados, en los que la voz y los instrumentos se entregan a una
especie de orgía en la que nada importa salvo la intensidad. Por último, como
una especie de islote aparece "Is There Anybody There?, un tema con un
mestizaje soberbio. Rociado por el reagge y con las entrañas del rock. ¡Ah!,
y con un nuevo pragmatismo rítmico de etnia desconocida pero actualidad
impermeable. "Show me
the way to find myself. Cause I´m nowhere in the darkness of these
days". Yo, sin ir más lejos, sigo buscando ese
camino. Y en cuanto a la oscuridad de estos días... <
Juanjo
Talavante
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