De todo corazón |
Nuevos Medios |
¿Por qué un
ejercicio brillante de mestizaje cultural y musical debe permanecer oculto a ese público? Este modesto y
pequeño altavoz, esta reseña está también condenada al selecto grupo de
lectores que deambulen con mayor o menor hábito por el ramaje de esta página web. “De todo
corazón”, el nuevo disco de Ruy-Blas es eso, una especie de árbol de grandes
ramas de las que cuelgan canciones que marcaron musicalmente a varias
generaciones de españoles. Este madrileño las ha seleccionado con el cuidado
de un restaurador y las ha bañado en jazz y blues antes de ponerlas sobre la
mesa de los comensales. Para
llevar a cabo este trabajo hay que tener esa sensibilidad y esa inteligencia
a las que me refería al inicio.
Y eso no está al alcance de cualquiera. Detenerse a escuchar estas canciones es una inversión que
no tardará en convertirse en hábito. El Mediterráneo de Serrat es tratado por
la voz y los arreglos de Ruy-Blas con tal respeto y cariño que cautiva y
desarma a los ortodoxos seguidores del propio cantautor catalán. No cabe la
menor objeción. No es una adaptación, sino un modo de entender y vivir la
pasión por la música. Se nota, se evidencia un culto y una admiración sin
límites por esa canción. Es una versión viva, contundente, idónea para
escuchar en penumbra, en la intimidad. El piano de Horacio Icasto es el lujo
de la soberbia, de una soberbia musical irrefrenable. El sonido de su piano
es parte importante de este disco, muy importante. Y así, una tras otra, van
sucediéndose esas páginas musicales reconstruidas con sencillez, con el
cuidado de un arqueólogo, por más que ninguna de estas partituras esté muerta
ni lleve tiempo en el olvido. “Black is black”, el
gran éxito de Los Bravos, ha
recibido en esta recreación de Ruy-Blas la inspiración
del blues. ¡Con qué sencillez cautiva esta voz! “Sixteen tons” ha vivido en sus carnes desde su creación por
parte de Merle Travis un sinfín de versiones (hasta nos vendieron la SEAT
Trans con esta pegadiza canción). Ruy-Blas se ha acordado de ella. Alternando
el inglés y el castellano, recrea la realidad de muchos trabajadores que hoy
se dejan la piel por sueldos miserables: “I owe my soul to the company
store”, gime, canta el protagonista de esta historia convertida en bucle
irremediable de nuestra vivencia laboral. ¡Y qué decir de La
Puerta de Alcalá!, tratada con devoción y brillantez en una versión
exquisita. La canción que popularizaron Ana Belén y Víctor Manuel figura
en este disco con una
interpretación que sobrecoge. De nuevo el piano de Icasto magnifica el
sentimiento vocal de Ruy-Blas. “Mona Lisa” es prácticamente una fija de sus
veladas en los clubes de jazz. Comenzó a cantarla siendo un crío. Ya entonces
su piel musical comenzó a oscurecerse. No podía faltar en la selección de
canciones que nos muestran una época de la historia musical de nuestro país.
“Get On Your Knees”, un éxito de Los Canarios (grupo del que formó parte
Pedro Ruy-Blas sustituyendo al obligatoriamente militarizado Teddy Bautista) ha pasado también por
la factoría Ruy-Blas. “Amar y vivir”, “Cuando la vi”, “Eres
diferente”, “Alma, corazón y vida”, “Tú, mi delirio” son otras de las
canciones de este “De todo corazón”, que muestra en el título la herramienta
principal con la que se concibió y se dio vida a este nuevo trabajo de un
ilustre. Un ilustre del jazz español que no le debe nada al marketing.< Juanjo Talavante |