Pensión Triana
Javier Ruibal
Ariola
1993



Lo mío es algo personal con este hombre. He hablado con él en un par de ocasiones por escasos minutos y es de esa gente que con decir la primera palabra crea ya una atmósfera de buen rollo a su alrededor que te hace querer hablar y hablar durante horas. En la música pasa algo parecido: viajas con él al su Puerto de Santa María, ves a una belleza de Mozambique en Lisboa, imaginas "qué tendría aquel cuartito, que albergaba un universo, y a nosotros dos, donde me hablabas bajito o reprimías un grito presa de la excitación", degustas las bulerías que Sabina "corrigió" a García Lorca, te presenta a la reina de África, recuerdas a Erik Satie con la flor de Estambul y, en fin, escuchas una de las voces más personales, más árabes y más cálidas de cuantas paran por nuestra península.

Si después de todo esto no quieres ir a comprarlo sólo te daré algunos nombres de la gente que toca: Chano Domínguez, Martirio, Jorge Pardo, John Parsons, Tino Di Geraldo, Marcelo Fuentes, y dios encarnado en guitarrista: Antonio Toledo... "tremenda la banda". De estos músicos podemos sacar una idea de lo que hace: jazz, flamenco, pop, música árabe... da igual, lo que es seguro es que encontraremos una sensibilidad y emoción que, en ocasiones, duele. Siempre que puedo voy a verlo en directo, y por ahora no ha habido nadie al que haya llevado que no le haya gustado. Tiene otros cuatro discos (por el "Duna", que no está en CD, me pedían diez mil pelas). Javier Ortiz puede dar fe de que fue uno de los primeros que le recomendé [1]. No está mal que piensen en uno cuando escuchan esta obra maestra.



[1] Doy fe. (J.O.)                                    

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