Ten New Songs |
Sony
Music, 2001 |
Pero no nos dejemos engañar: es Cohen en estado puro.
Sencillamente, Robinson –ahí, en la foto, con él– le tiene tomada la medida y
se sabe sus gustos y sus trucos. Se los sabe desde hace años: ya en el
anterior disco del canadiense, The Future, un par de las composiciones
eran suyas. Durante nueve años, Cohen, encerrado en un convento budista en
el Monte Blady, entregado al duro trabajo de reconciliarse con su edad y
consigo mismo, escribió un buen puñado de textos. Sharon ha seleccionado diez
y, mano a mano con él, los ha musicado. Una parte de la crítica ha dicho que
el producto no aporta nada que no supiéramos ya. Bueno. Cohen sigue siendo el
mismo Cohen de siempre, sin duda, y sigue emitiendo el mismo «zumbido
monótono», según él mismo ha comentado más de una vez en broma. Pero los
textos destilan nuevas melancolías y un novedoso y agradable sentimiento de
paz interior. «Después de todos estos años de actividad espiritual», le he
leído en una reciente entrevista, «la gran revelación que tuve en el Monte
Blady, y que me produjo una gran alegría, es que no tengo la más mínima
aptitud para la vida espiritual. Una vez aceptado eso, he podido regresar sin
problemas y retomar mi trabajo normal». A fuer de sincero, he de reconocer que me esperaba que su voz
estuviera mucho peor. A mí me ha parecido que suena más o menos como hace
diez años. Tal vez porque ha vuelto a fumar. |
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