Keçe Kurdan (Chica kurda) Aynur |
Kalan Müzik Yapim,
2004 |
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Aynur era todavía una niña cuando ya la música
formaba parte de su vida. Era muy habitual entre los suyos crecer escuchando
música y canciones, los grandes poemas y las melodías del pasado, "que acaban siendo parte de ti
misma", como declara la cantante kurda. Fruto de este contacto
constante con la música fue la conciencia que adquirió de las enormes
oportunidades artísticas que existen en la mezcla de palabras, cantos y
músicas. La música y la poesía son el centro de la cultura kurda. Conviene
recordar que esa cultura está profundamente arraigada en la zona de la que
ella procede. Incluso en Turquía la cultura cambia de ciudad en ciudad, y la
tradición musical kurda alevi (próxima
a la doctrina chií), a la que Aynur pertenece, es muy diferente de la de
Siria o Irán. En
1992 su familia se trasladó a Estambul, como mucha otra gente, debido a los
acontecimientos políticos de los 90. Familias completas se vieron forzadas a
emigrar desde el este al oeste de Turquía. Al principio resultó difícil
adaptarse a las costumbres de aquella gran ciudad. Comenzó a recibir clases
de baglama, el laúd tradicional
turco por excelencia. "En aquellos
tiempos la música kurda tenía que luchar con toda clase de dificultades y
tocarla podía ser muy duro, pero persistí y mantuve viva la tradición con la
que había crecido a través del difícil acceso que tenía a las grandes músicas
kurda y turca", dice. Una
de las influencias más importantes que tuvo en esa primera etapa fue la del
guitarrista turco Erkan Ogur, músico innovador que se hizo famoso por
inventar una guitarra sin trastes que permite la ejecución de las tonalidades
sutiles y cambiantes de la música turca. Sus grabaciones han logrado mantener
viva la tradición musical turca para las siguientes generaciones, y esa
mezcla de lo antiguo y lo nuevo caracteriza también la música de Aynur.
También ejercieron influencia sobre ella las músicas de Oriente Medio, de
Irán, de España, de Grecia y de Latinoamérica, igual que la voz de cantantes
como Tracy Chapman. Pero lo que más poderosamente ha marcado su estilo ha
sido la gran tradición barda del este de Turquía, donde los trovadores iban
de ciudad en ciudad cantando tanto
sus propias composiciones como las venerables canciones transmitidas de
generación en generación a través de los siglos. "Kege Kurdan" (Chica kurda), su tercer disco, fue un proyecto
que, desde el principio, interesó enormemente a Hasan Saltik, productor y
fundador de Kalan, uno de mejores sellos turcos. Para ello Hasan invitó a
varios de los mejores músicos de su compañía, apelando a su conocimiento de
la música kurda. Aunque
en sus comienzos como artista Aynur cantaba acompañándose del baglama, ahora ha optado por una
música folk urbana de sonidos más complejos y con varios instrumentos y
músicos: violines, kanun (salterio),
a lo que añade las armonías de un canto ancestral. "Amo el estilo antiguo ‑el trovador y su baglama‑; esa es
la auténtica voz de la música kurda. Por eso, de vez en cuando, anhelo volver
a ese formato. y lo utilizo incluso cuando actúo con un grupo más grande. Hay
una riqueza y una belleza apabullantes en esa sencillez. Querría añadir,
finalmente. que la música kurda me ha nutrido, y me gustaría hacer que esa
música llegue a un mundo más amplio. No sólo la música, sino también la cultura de la que nació. También, como
mujer que canta música kurda, soy muy consciente de la violencia y la
opresión que han afligido a las mujeres y los niños de mi comunidad y de todo
el Oriente Medio. Mi esperanza es la paz.” Es
cierto que nuestros oídos no están muy habituados a músicas como la de Aynur,
pero tampoco tardan en hacerse a ella y captar sus secretos. Entonces, la
fascinación viene por sí sola. «Alzaos, chicas, haced oír vuestras
voces en el mundo. Os esperan cosas difíciles en las
alturas. Y es que las mujeres ahora avanzan,
estudian. Han puesto plumas a sus alas para
volar más alto. Porque eso es lo que queremos, chicas,
acudid a la batalla. ¡Sí, somos chicas kurdas!». De
este tenor es la letra que da nombre al disco. Pero Aynur no cree que su
música juegue un papel político. ¡A saber qué entenderá ella por política! Javier Ortiz
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