A
estas alturas parece claro que hay que buscar responsabilidades políticas en el
desastre del barrio del Carmel de Barcelona. El túnel del metro que se ha
tragado las viviendas de doce familias y ha obligado a demoler tres edificios más,
que ha dejado en la calle a unos mil vecinos, se estaba excavando sin el
informe geológico necesario para una obra de esta envergadura. Eso asegura el Col·legi
Oficial de Geòlegs de Catalunya en un comunicado hecho público
hace unos días: “(...) Per fer l'obra del metro de la línia 5 es va
encarregar un estudi de les característiques geològiques del subsòl que es va
lliurar a mitjans del 2001 i des d'aquella data no se ha encarregat cap
verificació, ampliació ni visita d'obra en procés d'execució. La decisió de
traslladar el túnel, previst inicialment a Horta, a la zona del Carmel es va
prendre sense haver-se realitzat un nou informe geològic específic*.”
En este caso, el hecho de no haber realizado estudios geológicos específicos de
la zona tiene especial trascendencia, porque la orografía del distrito de
Horta-Guinardó, al que pertenece el barrio del Carmel, es especialmente
compleja según los especialistas en la materia, y en estos casos puede haber
complicaciones muy serias, como ha quedado demostrado. Pero no es el único
factor a tener en cuenta.
El
barrio del Carmel, según explica el Ayuntamiento de Barcelona en su página web,
fue un barrio de construcciones bajas y huertos hasta los años 50, en los que
la llegada de grandes masas de inmigración interna, procedentes de otras partes
de España, dio lugar en pocos años a la construcción de muchos bloques de
vivienda, la mayor parte de los cuales adolecían de la baja calidad de material
que los constructores emplean siempre que tienen ocasión, para recortar gastos.
Por otra parte, la falta de planificación urbanística hizo estragos en la
distribución de las calles y de los edificios. Es posible que la fragilidad de
estas construcciones y lo poco adecuado de su ubicación tengan algo que ver en
el derrumbe. Teniendo esto en cuenta, la desgracia de estas pobres personas que
se han quedado sin sus pertenencias y sin un techo bajo el que cobijarse,
también en muchos casos sin lo más preciado que tenían en el mundo, es culpa de
la gestión franquista de los recursos y de la pasividad de las autoridades de
la época ante los abusos de las inmobiliarias.
Podría
quedarme satisfecha estableciendo la responsabilidad en solitario de los
gobiernos del pasado, si no fuera una así de crítica. La Generalitat, por boca
de Maragall, ha entendido que lo que ha ocurrido en el barrio del Carmel es una
auténtica tragedia a la que gente que ocupa cargos públicos actualmente ha
colaborado con su desidia y su ineficacia. Al menos eso interpreto yo de sus
palabras: Durante su visita a la zona afectada, el President comparó este
desastre con el hundimiento del Prestige frente a las costas gallegas. Comparto
su opinión, y alabo su sensatez. Si cuando el chapapote inundó las primeras
costas la mayoría de la población española entendió que el Gobierno del PP
tenía gran parte de culpa en lo ocurrido, en este caso ocurre lo mismo con el
Govern catalán y el Ayuntamiento de Barcelona. Una vecina damnificada por el
hundimiento del subsuelo, enfadada y escéptica ante las promesas de las
autoridades, declaró a la prensa aprovechando la visita que el Carmel “no ha
sufrido una desgracia, sino que hace treinta y cinco años que vive en
desgracia”. Se despachó a gusto, explicando cuáles son los problemas de
movilidad y de falta de infraestructuras en su barrio.
Y
tiene toda la razón. Yo no sé hasta qué extremos llegaría mi cabreo si me
encontrase en una situación tan trágica, y supiese que se podría haber evitado.
Sólo espero que ahora, una vez que la cosa no tiene remedio, las
indemnizaciones sean satisfactorias en cuantía y rápidas en llegar. Y también
espero que el barrio del Carmel salga de ésta mejorado y reforzado.
_______________________________________
* Por si alguien que lea esto no se defiende en
absoluto en catalán, creo que el texto puede traducirse más o menos así: “Para
hacer la obra del metro de la línea 5 se encargó un estudio de las
características geológicas del subsuelo que se entregó a mediados del 2001, y
desde aquella fecha no se ha encargado ninguna verificación, ampliación ni visita
de obra en proceso de ejecución. La decisión de trasladar el túnel, previsto
inicialmente para Horta, a la zona del Carmel se tomó sin haberse realizado un
nuevo informe geológico específico.”
Para
escribir a la autora: bmartos1969@yahoo.es
Para volver a la página principal, pincha aquí