Mis sobrinos
– Oye,
tía.
– Dime, Fausto.
– Hay muchas cosas que no entiendo.
–
Yo estoy en las mismas. De todas maneras,
a lo mejor te puedo ayudar con algo. A ver, ¿qué es lo que no entiendes?
–
¿Por qué las bombillas dan luz?
–
Porque la electricidad que pasa a través
de los cables calienta tanto el filamento que está dentro de la lamparita, que
lo pone al rojo vivo. La bombilla está llena de gases que impiden la
combustión.
–
¿Y por qué se pone al rojo vivo el
filamento?
–
Tengo una vaga idea, pero si la respuesta
debe ser precisa, más vale que no te conteste.
–
¿Por qué?
–
Porque probablemente te diría alguna
incorrección, y conociéndote como te conozco, eres capaz de venirme dentro de
diez años con que no tengo ni idea de Física Atómica. Lo cual es cierto, pero
prefiero que lo sepas ahora.
...
–
Tía, tú lo sabes todo, ¿no?
–
Desde luego que sí.
–
¿Qué pasa en Palestina?
–
Madre mía. (Os ahorro la explicación.
Imagináosla.) (...) Más o menos, eso es lo que pasa allí.
–
¿Y por qué los judíos son así de malos?
–
No, hay judíos de todo tipo y condición.
El Gobierno israelí, y los Gobiernos que los apoyan, son los culpables de esa
situación.
–
Los judíos no creen en Dios.
–
Hay de todo, pero te aseguro que hay un
buen número de judíos muy creyentes.
–
Pero no creen en la Virgen María.
–
Yo tampoco.
–
Pero tú eres atea.
–
Gracias a Dios.
–
No puedes decir “gracias a Dios porq...”.
–
Marisa,
a ver si sacas a estos niños de ese colegio de monjas.
...
–
Bueno, Candela, un año más.
–
...
–
¿Qué piensas?
–
Tío, ¿cuántos quedan?
...
–
Yo quiero mucho a la abuela.
–
Y yo.
–
Y yo.
–
Porque me cuida.
–
A mí me quiere mucho.
–
A mí me respeta.
...
–
Sigue recto, Ángel. Creo que es por esa
calle.
–
¡Todo rezto, todo rezto!
–
Se dice “recto”, Quecona.
–
¡Todo reto!
–
¿De dónde sacas esa frase?
–
De la película del pez Nemo. Un amigo y él decían, ¡todo reto!, y no hacían más que dar vueltas. ¿Por qué?
–
Supongo que los pobres estarían
habituados a vivir en una pecera, pero no he visto la película.
–
Pues es muy buena. ¿Y qué, que vivan en
una pecera?
–
La pecera debía ser redonda, y los peces
sólo podían dar vueltas.
–
Entonces no pueden ir rezto.
–
No, pero ellos se creen que sí. Pasa lo
mismo con Zapatero.
–
¿Con quién?
–
Ya te contaré.
...
–
¿Quién es mi tesoro?
–
¡YO!
–
¿Y mi solete?
–
¡Dani!
–
¿Y mi corazón?
–
¡Faus! Me las sabo todas, ¿eh?
...
(Carta al Ratón Pérez,
dejada por Daniel debajo de su almohada, cuando tenía unos 7 años; está
transcrita al castellano moderno:)
“Querido
Ratón Pérez:
No
tengo el diente que se cayó porque lo perdió mi papá. De todas maneras, el
diente se cayó, así que tengo derecho a un regalo, si eres tan amable. Muchos
besos,
Daniel.”
...
–
Oye, Fausto, ¿tú tienes novia, me han
dicho?
–
Sí.
–
Será una lagarta.
–
No.
–
¿Cómo lo sabes?
–
Porque no se sube a los árboles.
...
–
¿Habéis visto qué guapa es la tigresa
Cristina?
–
Sí.
–
Sí, pero tiene los ojos malitos.
–
Sí, la pobre no ve bien, tiene cataratas.
–
Eso es porque se mete las patas en los
ojos para rascarse.
–
No creo que sea por eso.
–
¿Y por qué está encerrada?
–
Porque... no sabe volver a casa.
–
Ya sé por qué no.
–
¿Por qué?
–
Porque cuando coge los mapas los rompe
con las uñas.
–
...
Para escribir a la autora: bmartos1969@yahoo.es
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