El anunollas
Supongo
que lo habréis visto. "¿Hablas Micra?", dice ella, la supuesta dueña de unos labios cianóticos, toda sugerencia
y sensualidad. Por si acaso incurriésemos en la ignorancia del nuevo idioma, en
veinte segundos que dura el anuncio del Nissan nos ilustran con algunos
vocablos micrenses, como
"modtro", fusión de "moderno" y "retro". Mientras
tanto, aquí y allá, arriba y abajo, muy en plan "Blade Runner",
circula el objeto descrito, el automóvil anunciado.
El
director del spot, David Lynch (El Hombre Elefante, qué peliculón),
cuyas aficiones no sé si góticas o barrocas por la estética mortecina me
hicieron renunciar a ver más de diez minutos de su Twin Picks, no tiene
sin embargo culpa alguna de lo tonto y lo pretencioso que ha resultado este
"anunollas" (anuncio gilipollas), como califica un amigo mío esta
memez. Ni él ni el gran director de fotografía francés Jean-Yves Escoffier (Les
Amants du Pont-Neuf). Ambos habrán obtenido una pasta suculenta con este
trabajo, y por mi parte no tengo nada que reprocharles.
Pero
culpables los hay, claro que sí. Chris Garbutt, director creativo de la agencia
TBWA Europa, la creadora del anunollas, explica que querían "evitar los
clichés visuales que habitualmente se ven en la publicidad de coches, para crear
una campaña mística e intrigante". Philippe Geffroy, vicepresidente de
Estrategia & Marketing de Nissan Europa (o sea, el jefe que escogió la
campaña), opina que "el nuevo Micra juega un papel fundamental en el
reposicionamiento (sic) de la marca
Nissan y pretende atraer a los consumidores más jóvenes y dinámicos".
Pável Konecny, director de Publicidad de Nissan Europa, nos cuenta por su parte
que sus mensajes "se dirigen a personas entre 24 y 35 años, que están en
la etapa previa a la formación de una familia. Este público se interesa por la
mezcla de gustos y el descubrimiento de experiencias e influencias diversas en
sus vidas. A este concepto de mezcla responden las cualidades que encarna el
Micra".
Al
concretar brevemente lo anteriormente expuesto, tenemos que Nissan pretende:
1)
Vender muchos coches de éstos; y
2)
Vendérselos a jóvenes adultos, que tienen más pasta y son menos responsables
que los padres y madres de familia.
Loables
pretensiones, voto a tal. No tiene nada de extraño que una fábrica de coches
quiera vender los coches que fabrica, y no hay nada de malo en que utilice las
tácticas que estime convenientes, dentro de la legalidad internacional, para
colocarlos al personal. Hasta ahí, todo en su sitio. Pero, ¿por qué se empeñan
en "misticismos e intrigas"? ¿A cuento de qué se ponen a inventar
neologismos inútiles a toda mecha? ¿Qué es eso de que un coche te posibilita
descubrir "experiencias e influencias diversas" en la vida?
¿Queréis
explicarnos que el Micra alcanza no sé qué velocidad en no sé cuántos segundos?
Pues hacedlo. ¿Vuestro mercado potencial son los jóvenes adultos? Pues decidlo.
Colocad a unos jóvenes en el coche, pasándolo pipa. Y explicad que hay
infinitas posibilidades de financiación porque, si no, lo lleváis de colores.
¿Queréis vender la moto de que es el coche más bonito del mercado? Pues
demostradlo, criaturas, enseñad lo inigualable de su carrocería y de su
tapicería.
Pero
no vengáis con rollos místicos. Porque al final os habéis gastado una pasta en
que la gente recuerde el nombre del modelo (enhorabuena), aunque la mitad
–siendo generosa– de los que lo recordamos pensemos que nos estáis tomando el
cabello (lástima).
Siempre
que veo anuncios como éste, no sé si pensar que los responsables de publicidad
de las empresas se creen que es así como deben hacerse las campañas, o si
simplemente se dejan llevar por el entorno yupimemo
en el que trabajan.
Para
mí que va a ser la última opción.
En
todo caso, yo no tengo carné de conducir, así que a mí plin. Allá ellos.<
Para
escribir a la autora: bmartos1969@yahoo.es
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